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La situación en Gaza ha vuelto a desbordarse, tras los recientes ataques aéreos israelíes que han dejado cientos de muertos y un panorama devastador para la población palestina. La ONU ha expresado una profunda consternación por estos hechos, que violan un alto el fuego que había durado casi dos meses. Durante una conferencia de prensa en Ginebra, el portavoz de la ONU, Rolando Gómez, indicó que el Secretario General, António Guterres, ha realizado un firme llamado a respetar el cese de hostilidades, facilitar la asistencia humanitaria sin obstáculos y liberar incondicionalmente a los rehenes palestinos detenidos en Gaza.
El alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Turk, también condenó enérgicamente los ataques, señalando que el regreso de la violencia por parte de Israel solo incrementará el sufrimiento de la ya empobrecida población de Gaza. Turk resaltó que, después de 18 meses de conflicto, ha quedado claro que la crisis no se resolverá con fuerza militar. Hizo un llamado a un acuerdo político, en línea con el derecho internacional, y subrayó la urgencia de poner fin a la pesadilla humanitaria mediante la liberación inmediata de los rehenes y detenidos arbitrarios.
Los bombardeos israelíes, que ocurrieron en la madrugada del martes, mataron a al menos 404 palestinos y dejaron más de 500 heridos, según cifras oficiales de Gaza. La mayoría de las víctimas eran mujeres y niños, lo que genera aún más alarma sobre la violencia indiscriminada que afecta principalmente a civiles. Los ataques también resultaron en la muerte de varios altos funcionarios de Hamás, incluidos el jefe del gobierno de Gaza, Esam al Dalis, y otros líderes importantes. Sin embargo, la ONU aún no puede verificar de manera independiente las cifras de víctimas ni la distinción entre civiles y combatientes.
La comunidad internacional se ha pronunciado de manera diversa ante estos ataques. Irán, uno de los principales aliados de Hamás, ha condenado los bombardeos israelíes, calificándolos de genocidio y limpieza étnica. Turquía, por su parte, ha calificado los ataques como una «masacre» y ha instado a la comunidad internacional a adoptar una postura firme contra Israel para poner fin a las hostilidades y garantizar el acceso a la ayuda humanitaria en Gaza. En respuesta, la Casa Blanca defendió los ataques israelíes, argumentando que Israel tiene el derecho de defenderse contra los secuestros de sus ciudadanos por parte de Hamás. Mientras tanto, Francia se ha sumado a las críticas, exigiendo el fin inmediato de los bombardeos y reiterando su llamado a la liberación de los rehenes.
Este resurgimiento de la violencia subraya la fragilidad de la tregua acordada en enero de 2024 y pone en riesgo los esfuerzos internacionales para lograr una paz duradera. La ONU y diversas naciones insisten en la necesidad urgente de un alto el fuego permanente, el restablecimiento de la asistencia humanitaria y el fin de la violencia. La situación en Gaza continúa siendo un grave desafío para la diplomacia internacional, que se ve opacada por las continuas violaciones a los derechos humanos y el sufrimiento de la población civil.